Son cosas del futbol
24-Mayo-2010
Espurio: dícese del equipo que es campeón cuando otras escuadras juegan la Liguilla sin sus jugadores estelares, en virtud de que los cedieron a la Selección Nacional.De nueva cuenta se demuestra que los directores de la “Escuela Lavolpista” no están diseñados para ganar títulos. Rubén Omar Romano se une a la larga lista de discípulos de “El Bigotón”, que se quedan en la orilla, festejando el subcampeonato. Qué se podía esperar si su mentor en más de 25 años como timonel apenas ha logrado ceñirse una sola vez la corona, con los Potros del Atlante en la temporada 92-93 y haciendo mancuerna con Rafael “El Guama” Puente.
Durante los 90 minutos y los tiempos extra, Benito Armando Archundia se prodigó y nos regaló una labor que rayó en la excelencia; sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas, en la serie de penales ocurrió de todo ante su complacencia; desde burlas y provocaciones, hasta violaciones a la regla e inconsistencia en el criterio aplicado.
Le repitió el penal a Juan Pablo Rodríguez cuando lo había atajado Talavera, debido a que el cancerbero choricero se había adelantado; sin embrago, cuando Oswaldo le detiene el tiro a Mancilla, también infringió la regla; pero el vivillo actuó con diferente criterio. Igualmente, cuando Vuoso y Morales mandaron su disparo fuera, Talavera cometió la misma infracción, lo que reglamentariamente invitaba a la repetición. Si no se iba a atrever a repetir todos, mejor hubiese sido complaciente desde el primero.
Un aplauso para Javier Aguirre, quien decidió no convocar para integrar al equipo que nos representará en Sudáfrica a: Antonio Naelson “Sinha”, Fernando Arce y Vicente Matías Vuoso, quienes según esto eran “material de Selección”, pero demostraron que son pequeñitos de espíritu, al fallar los disparos desde los fatídicos 11 metros, en la final del campeonato mexicano.
Y hablando de Matías Vuoso, mucho dará de qué hablar la falla que tuvo casi al término del primer tiempo extra, cuando “El Cepillo” Peralta le puso un bombón en el límite del área chica, solo frente al portero, en una acción que era más fácil meterla que fallarla y en delantero mexicano-argentino abanicó ignominiosamente.
Pero la cosa no paró ahí, cuando en la tanda de penales le tocó en suerte el tiro que bien le podría haber dado el título a los laguneros, lo mandó fuera casi como si fuera a propósito.
No pretendo de ninguna manera caer en el “sospechosismo” ni en el terrorismo verbal, pero si yerra un árbitro, como mínimo: “es un ratero o un vendido”; si falla Vuoso… “son cosas del futbol”.
Comentarios: ebrizio@hotmail.com
Tomado de: http://www.vanguardia.com.mx/soncosasdelfutbol-502877-columna.html